sábado, 2 de octubre de 2010

29/09 No hay nada Viejo bajo el sol

Lamento haberos tenido pendientes tantos días, pero es que no doy a basto y no siempre tengo internet cuando quiero.

Gustavo, de “La dama inquieta”, gran foro y portal de magia, me da el sabio consejo de incorporar un mapita de la zona con mi recorrido coloreado. L;o intento un buen rato pero, como soy incapaz de hacerlo con el tiempo justo tal como voy, os invito a buscar "Villanueva de Cameros", que es un pueblo que está más o menos en medio de la zona que estoy recorriendo, en el google maps e ir arrastrando en una ventanita abierta a la vez que esta para ir siguiendo el viaje conmigo. Así lo hacemos interactivo y más divertido ;-)


¡Nadie puede imaginarse lo divertido y especial que es todo esto! Hoy la magia me la ha hecho el viaje a mí a cada instante.

Me levanto a las 8:30 pero simplemente montando el blog de ayer y contestando temas urgentes me tiro hasta las 12:30 liado con el ordenador.

El caso es que consigo coger la moto a las 13:15. Hoy hace un día espléndido con un cielo azul raso digno del mejor espectáculo del mundo. Voy a Villoslada de Cameros, pueblo metido ya en la Sierra Cebollera, inimaginable vergel de bosque y monte. No sé bien por qué el paraíso suele imaginarse como una selva tropical, cuando es fácil saber, con haberlo sentido una vez, que es un bosque de pino negro, acebo, hayas, castaños, robles, encinas, chopos junto al rio y hierba verde en la que poder tumbarse en la alameda y en praderas grandes que se abren insospechadas en lo alto de un monte duro de subir y en cuya ascensión el olor a las transparentes hojas de madera de la corteza exterior de los pinos altos aúna, en una conexión difícil de explicar, espíritu, verde y esfuerzo.

Ea, el caso es que llego a Villoslada con la intención de enterarme de quién organiza la “sexta fiesta de la trashumancia”, que he leído en un cartel en Torrecilla que se celebra el sábado. Le pregunto a un forestal y me dice que son los agentes del Parque Sierra Cebollera pero antes de que pueda ir a verles me encuentro, mágica y providencialmente, sobre el puente que le sirve al pueblo para cruzar el Iregua con Luis, teniente de alcalde de Torrecilla: mi protector en la zona, vaya.

Me dice que el alcalde de Villoslada le tiene preguntado por mí varias veces así que, siguiendo su consejo, voy a verle a su tienda de ultramarinos. Por cierto, como ya he dicho, Luis y yo nos encontramos sobre el puente de Villoslada que él mismo me cuenta cómo reconstruyó. Palabra que antes de encontrarme con él era la primera foto que había tomado del pueblo, aunque lamento deciros que la foto, no el puente, no ha salido bien. El puente, en cambio, no parece reconstruido sino que hubiera aguantado firme el paso del tiempo desde antiguo. En uno de sus extremos tiene una rosa de los vientos con monedas de peseta en los puntos cardinales...pero en algunos huecos falta la moneda...Es sabido que quien traiga una moneda de peseta y la pegue en uno de los huecos vacíos puede pedir un deseo a sabiendas de que se le cumplirá en el plazo de un año ;-) Cada persona que arranca una de esas monedas, en cambio, ayudará, aun sin saberlo, al cumplimiento del deseo correspondiente. Es la leyenda constatada, año tras año, de Villoslada ;-) El que quiera algo de verdad, con venir aquí a poner una peseta en un hueco libre con pegamento, tiene bastante. Tenéis mi palabra expuesta en público a quien quiera comprobarlo.

Ea, el caso es que unos chavales me presentan al alcalde, D. José Julián, en su tienda. Vuelvo a hacer lo de la varita, que es lo propio para poder hablar al nivel del poder que da la vara de alcalde. Esta versión mía del efecto de Fantasio, los que me conocéis, sabéis que me gusta particularmente por el poder de flashazo que tiene. Según se lo hago, me dice tener ligeras sospechas de quién soy y eficaz y amablemente lo coordina todo para actuar en el casino de Villoslada el sábado 2 de octubre a las 20:30 de la tarde ¡así me gustan a mí los alcaldes!

Me invita a tomar una cerveza, pero como se me va echando la hora encima marcho primero a hablar con la gente del centro de interpretación de Sierra Cebollera.

Allí me atiende Jesús al que entro diciéndole buenos días y que he venido porque tengo algunas dudas sobre lo que es la trashumancia. El pobre hombre me atiende con todo cariño mientras yo le expongo, así, a puerta fria, mis existenciales inquietudes:


Como sé que sois muchos los magos que me seguís, os invito a experimentar este final de matrix con cualquier lap que os agenciéis, sobre todo si lo hacéis con papelillos. Visto de frente y con una mínima missdirection adecuada, como puede ser mirar a la cara a tus espectadores, por increíble que os parezca, ni se nota. Así le pasa a Jesús, que se rasca la cabeza durante un rato.

Es un lujo impagable el poder ver la cara de la gente y leer en ellos el desconcierto, dudando por unos segundos de la realidad que creían conocer antes de decir...hola, Jesús, mi nombre es Txema Gicó y soy mago. No se puede describir la sensación que da ejecutar el poder de hacer entrar a la gente, en un instante y siempre que se quiera, en un estado de mente abierta sin presuposiciones físicas. Es algo así como felicidad un pelín ufana, por más que esté orientada a servir a los demás. Superman vuela para salvar a gente pero, aparte de todo, que no diga que poder volar y sentir cómo mola no le chifla.

Le pregunto por la fiesta de la trashumancia y me cuenta de forma atenta y excelente (se nota que ha estado preparando el día con mimo) que será el sábado llegando a la Venta de Piqueras donde se contarán cuentos, se bailará y se comerá...Pues bien está saberlo :-)

Me quedo a comer en Villoslada, en el restaurante La Corona: me traen un puchero de pochas para que me sirva las que quiera, una fuente de conejo guisado con pimientos para que coja tantas tajadas como guste y una tarta de queso con frambuesa. Agua, una copa de Rioja con la botella a mi disposición, 12 €.

Olla de pochas

Gracias al alcalde de Villoslada descubro uno de los mejores rincones del viaje que me hubiera pasado desapercibido. Me recomienda que vaya a la ermita de la Virgen de Lomos de Orio.

Son 9 kilómetros de carretera lo que separa el pueblo de la ermita. Primero junto al rio (veo las primeras “huellas de dinosaurio”, tan famosas en La Rioja) y luego subiendo un monte en el que tres clases de pinos se mezclan con abedules, robles, encinas, acebos, tejos, hayas...por doquier en bosque cerrado. El sol del otoño lo dora todo hasta que el valle decide abrirse a las cumbres enormes que llenan por completo la vista como cuando uno se mete un taquito de salmón ahumado o una gominola carnosa en la boca y la llena durante unos instantes por completo. O como llevarse un clavel a la nariz y la boca y olerlo abrazándolo con la cara entera, o como...
Subida al nacimiento del Iregua y ermita de la Virgen de Orios en lo alto
Algo curioso de estar haciendo un viaje es que no sólo viajan tus ojos y tus sentidos, sino que tu percepción viaja contigo y se pone en modo “de viaje” y, según van avanzando los kilómetros, se va haciendo más permeable y entrando en un trance más profundo en el que la sensibilidad se va haciendo cada vez más fina y la experiencia mucho más rica. Y es posible conseguir sensaciones extremas que quizás parezca impensable alcanzar de ordinario...y es posible subir un monte llorando...no exactamente de alegría...más bien de belleza, conmovido por lo extraordinario que se le regala a todo aquel que quiere llenarse de ello.

Queda demostrado científicamente que la carretera que une Villoslada de Cameros con la Ermita de la Virgen de Lomos de Orio es la más bella de la Tierra. Y, al final...la ermita. Un edificio grande con la casa del santero junto a ella. Y aun otro clímax más: alrededor de la ermita hay esculturas, escondidas por el bosque...un cazador que gira con una placa solar oteando las aves, un pato de madera que vuela solo gracias a una escalera, un San Lorenzo esculpido con material de hacer parrillas, pájaros revoloteando dentro de la casa...En la ermita hay un libro de firmas en el que la gente le pide cosas a la Virgen: firmo poniéndome humildemente a Su disposición y la de quien pueda necesitarLa para lo que pueda ofrecérsele. Pero aun he de subir otro día y ver si logro encontrar al santero y dejar escrita una pequeña leyenda...


Esculturas del bosque de Orio: "Pato Recilla", "San Lorenzo o el hombre preso de sí mismo" (los títulos se los pongo yo) y un cazador muy serio que si lo miras de cerca no puedes evitar que te dé una risa bastante floja

Camino un poco hacia unas cascadas que hace el Iregua cerca de su nacimiento. Las posibilidades de pasar aquí meses haciendo rutas y marchas son una gran tentación que invita con fuerza a quedarse desde ya y no volver.
Alto Iregua

Al bajar, me paro a beber del Iregua y paso por un refugio con una bonita chimenea al lado del cual hay unos contenedores en los que alguien ha pintado un cartel: “Usar el contenedor es gratis ;-) (guiño incluido)” Qué bonitas son las veces en las que uno se da cuenta de que ha sido capaz de decir las cosas con cariño.

Desde allí cojo la carretera hacia Montenegro de Cameros, único pueblo de la comarca que está en la provincia de Soria, tras pasar un puerto sin cartel. Este pueblo con nombre de libro trágico aparece por arte de magia. Según se pasa el puerto, inesperada y súbitamente, el verde monte de antes se transforma en una hoya de montes de pizarra absolutamente pelados de vegetación. El paisaje, lleno de una preciosa belleza extraña, parece lunar, como un pequeño mundo en el que uno entrara de repente por una puerta secreta. Se puede sentir hasta miedo y venir aquí a escribir cuentos y pasiones extrañas. Cojo tres trozos de pizarra planos del monte y me los llevo.
Iglesia de Montenegro de Cameros y sus montes de pizarra
Después de pasar el puerto de Montenegro, la carretera baja serpenteando a la carrera hacia Viniegra de Arriba. Voy tocando la bocina antes de cada curva como aprendí a base de vérselo hacer a mi padre, con un pie asomando por los barrancos. Paso así Viniegra de Arriba, un pueblo encajado en el monte en el que me llama la atención la “Playa de la Sociedad” a una orilla del rio y Viniegra de Abajo, un pequeño respiro por el que entra el sol entre tanto barranco. La carretera se hace larga y llego cansado a Brieva de Cameros.
Carretera de las Viniegras

Me llama la atención que un pueblo tan pequeño tenga casas tan altas (la mayoría de 3 pisos y varias de 5), algunas señoriales. En la puerta del bar me encuentro esperando a Luisa, una señora dulce cuyo acento no encaja muy bien con la zona y que llama a la que regenta el local para que venga a abrirnos. Luisa me enseña unas tejas que están decorando las mujeres del pueblo haciéndolas parecer puertas de casas. Les tomo unas fotos para enseñárselas a mi abuela, que también hace labores en barro sabiendo hacer importantes los detalles.
Brieva de Cameros

Hay cosas que en mi familia sólo puedo hablar con mi abuela. Se trata de matices que sé que sólo ella va a entender. Seguro que a vosotros muchas veces también os pasa que hay conversaciones en las que sólo os molestáis en profundizar con gente que sabéis que accederá a la misma realidad que vosotros vivís. No se trata de estar de acuerdo o no, sino de conectar, llegando a ese mundo, como la banda de la película “Origen” cuyos miembros se conectan todos a un mismo sueño. Mi abuela es una mujer que sabe comprender las intenciones minuciosas y el cariño que una persona ha puesto en hacer algo y que sólo pueden verse, aunque el autor no esté delante, con una observación muy atenta de la obra. Es capaz de ver lo que ha hecho y sentido esa persona para que la obra quede tal cual está y tiene el don de llenarse de admiración por cualquier cosa que hagan los demás. Otra cosa es que te alabe a ti cuando estás delante.
Doña Luisa


El caso es que le pido a Luisa una de las herramientas con las que hace las tejas y le explico que es mágica...Dedicado de nuevo a los magos seguidores de este blog, aunque para lograr la sorpresa de Luisa no puedo grabarlo cuando se lo hago, os reproduzco este raro e ingenioso movimiento que yo cogí de Gary Darwin, quien a su vez contaba que lo encontró en un libro perdido en su biblioteca de más de 1.500 volúmenes mágicos y que constituye el vanish total más sencillo, impromptu y bien estructurado, lleno de teoría de la magia, que conozco. Mi versión de este movimiento (que no es la que véis aquí) la podréis encontrar explicada en mi próximo libro ,“Curso de Magia para Ligar”, que actualmente estamos acabando ;-)



Siguiendo con la magia, Enrique, un chico joven que se va a ir a Barcelona a opositar y que saldrá adelante en salud y mente gracias a su determinación por hacerlo, me ofrece un cigarro y le explico las cosas tan raras que me ocurren a mí con los cigarros...

Por último saco las pizarras que he cogido en Montenegro y les cuento sus propiedades adivinatorias. Esta es mi particular versión del one ahead system en la que Luisa escoge una carta pero, aunque en el vídeo no se la entiende bien, dice otra distinta de palabra, que es la que finalmente aparece escrita. Para realizar el juego tal cual hace falta algo de observación y sugestiones indirectas. Para el próximo capítulo de este viaje por España, que será en primavera, hemos de hacer los vídeos de otra forma, palabra.



Enrique me cuenta que las casas son tan altas en el pueblo porque no les queda más remedio. Y es que Brieva de Cameros que, dicho sea de paso, no pertenece a la comarca de Cameros, sino a la del Alto Najerilla y las Siete Villas pero que cogió ese nombre para distinguirse de otras Brievas que andan por ahí sueltas, es un pueblo que sube trepando el valle del Brieva. De la mano de Enrique aprendo cuál es el proceso para hacer la miel que en ese momento están elaborando en el pueblo.

La LR-232, una carretera absolutamente desierta me separa del Valle del Camero Nuevo para llegar a “casa”. Es hermoso, muy hermoso, recorrerla absolutamente solo sin encontrar un alma y, al pasar el Puerto de Peña Hincada, volver repentinamente a los altos pinos madereros que perfuman toda la zona.


La solitaria y misteriosa LR-232

Mientras bajo de nuevo al valle que la moto ya sabe andar sola, recapitulo el día de hoy para que no se me olvide contároslo y pienso que, justo en contra de lo que suele decirse y tal como supo ver el genial Milton Erickson, “No hay nada viejo bajo el sol”. Y todo, al igual que los valles y los montes que llevan siglos alli solos, esperando para existir a que llegues tú a sentirlos exactamente como sólo tú podrías sentirlos, está por recibir una mirada nueva, una mirada llena de ilusión que nunca antes se le haya dado. Al igual que sucede con la base de la mayoría de los juegos de magia, recibiendo el mismo paquete de información por los ojos, se pueden ver cosas muy distintas. Pienso en cómo basta con concebir una realidad diferente dentro de ti para que esta se cree automáticamente y cómo un hombre nacido en la más absoluta miseria puede crear una gran fortuna o morir desdichado maldiciendo sus circunstancias; cómo siempre, siempre se puede escoger entre vivir triste o lleno de sensaciones explosivas de una felicidad infinita y lanzarse al mundo a hacer felices a otros hombres o incluso ir y descubrir América...por más que haya gente que pueda empeñarse en que América siempre estuvo allí. Y es una suerte saber, aunque aun no sepas que lo sabes, que TODO está por inventar ;-)

El caldo, el salteado de alcachofas con chorizo y las croquetas de jamón con bonito que me sirve Sheila en “La Terraza” en Torrecilla sirven de calor de hogar frente a la noche que, tras muchas horas sentado en la moto se me ha echado ya encima hace rato.

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